No me canso de recorrer mi querida Extremadura, cada vez que tengo oportunidad de viajar con algo de tiempo, abandono la carretera y utilizo los caminos y vías alternativas para disfrutar de la naturaleza y los paisajes extremeños.
A veces el ser humano no toma consciencia de lo es o de lo que tiene, buscamos fuera lo que ya existe dentro, no apreciamos ni valoramos lo que poseemos, en ocasiones esa consciencia nos llega cuando perdemos lo que tenemos o cuando otros/as valoran eso que nosotros ya tenemos.
Creo que eso pasa con nuestra tierra Extremadura y en particular con nuestras piscinas naturales.
En la imagen la piscina natural el Jevero en el pueblo de Acebo en la Sierra de Gata.
Acebo fue uno de los pueblos más afectados por el incendio del pasado año, pero su piscina natural sigue esplendida y espectacular como siempre, espero que la disfrutéis este verano.